Las bebidas alcohólicas en pastelería brindan un toque que expande los sabores de forma única y original.
En las recetas dulces, se suele incorporar para aromatizar y flamear los postres, para humedecer bizcochuelos o biscuits y mucho más. En recetas saladas, las bebidas alcohólicas ayudan en el ablande de las carnes, para preparar salsas o simplemente para resaltar el sabor de un plato.
Hoy en día existe una tendencia de probar postres acompañándolos con vinos, incluso existen locales especializados que ofrecen la tendencia de degustar vinos dulces o como se conocen “vinos de postre” junto con postrecitos.
Vinos y licores para postres
Aquellos que tienen un nivel más alto de azúcar, pueden servir como ingredientes para postres, haciéndolos ideales para darle un sabor especial. Dependiendo del postre que vamos a elaborar, emplearemos uno u otro tipo de bebida alcohólica. El ron, brandy, vino espumoso, coñac, Grand Marnier, Amaretto, Calvados, entre otros, son los favoritos de los chefs pasteleros.
Los moscatos también son ideales para acompañar tortas, dulces y diferentes pasteles.
Aunque hay quienes creen que el alcohol se evapora por completo luego de la reacción química generada al exponerlo al calor, existen estudios realizados por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos que muestra que, dependiendo el método de cocción y el tiempo utilizado, el alcohol sí se retiene en las comidas o postres una vez cocinado.
Maridajes ideales
Aquí verás algunas recomendaciones para combinar vinos o licores con postres:
Vino tinto: Ideal para cocinar compotas de peras, higos, manzanas, ciruelas, entre otros. Pueden combinarse con canela para un toque especial.
Vino blanco: Estupendo compañero del melón y la sandía, siempre y cuando esté bien frío. Es también ideal para el tiramisú, debido a su nivel de alcohol combina bien con cualquier postre.
Vino seco: Recomendable para acompañar los postres con frutas, pues con su acidez da mucha frescura y magnifica los aromas frutales.
Vinos dulces y espumosos: Conforman una inseparable sociedad con las ensaladas de frutas, mousses y tartas dulces.
Cava: Helados y postres fríos son su especialidad.
Brandy: El mejor acompañante para postres muy dulces.
Oporto y Jerez: Excelente pareja para las manzanas asadas.
Marsala y Oporto: Combina perfecto con chocolates y turrones.
Anís: Ideales en salsas para bañar postres.
Moscatel: Excelente con tartas de frutas, masas secas, budines y frutas secas.
Aromáticas: Se puede servir frío o caliente dependiendo del postre. Su sabor sutil y fino es ideal para postres a base de frutas.
Champaña: Una combinación refrescante es acompañar los postres fríos como helados y cremas con champaña. Así como los postres con frutos secos que quedan de maravilla con los vinos espumosos.
En el caso específico de los vinos, hay tres factores que se tienen en consideración para emparejarlo con un postre:
Acidez, Dulzura, Intensidad.
Los vinos ácidos suelen acompañarse con postres frutales. Aquellos dulces se acompañan con vinos que retienen la dulzura natural de la uva y en cuanto a la intensidad, entre más fuertes son los sabores del postre, aún más es el del vino.
Esperamos que esta información te sea útil para complementar tu carta. Conversa con tu proveedor para encontrar las bebidas más indicadas, solicita degustaciones para encontrar el maridaje perfecto y por supuesto considéralos como parte de los ingredientes.
HELADO DE CHAMPAGNE
Para 6 porciones:
• 03 tazas de azúcar
• 01 litro de agua mineral sin gas
• 01 botella de champagne
¿Cómo se prepara?
• Verter el agua y el azúcar en una olla en la que hervirán durante unos 20 minutos hasta que alcance una textura parecida a la de un jarabe.
• Recuerda remover para que se integre todo correctamente y no se queme.
• Dejarlo enfriar a temperatura ambiente. Cuando haya perdido el calor, añadir el champagne frío y mezclarlo hasta que quede homogéneo.
• Pasar la mezcla por la máquina de helado.
• Cuando esté lista llevar al congelador. Tras 40 minutos aproximadamente, podrás servir tu helado de champagne.
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