A inicios de año se dio a conocer que Nestlé SA acordó vender su división de confitería estadounidense a Ferrero SpA, el fabricante italiano de Nutella, en lo que representa la primera desinversión importante del gigante suizo de alimentos desde que el presidente ejecutivo Mark Schneider tomó el control de la empresa el año pasado.
La venta de la división, que incluye las marcas Butterfinger y Baby Ruth, es el primer paso importante para alejarse de la industria de los dulces de la compañía que inventó el chocolate con leche. Nestlé, con sede en Vevey, Suiza, planea centrarse en categorías más saludables y de crecimiento más rápido, como el café, la comida para mascotas y el agua, en momentos en que la industria de alimentos lidia con una caída en la demanda de productos azucarados.
La industria del chocolate de Estados Unidos está en pleno movimiento. Hershey Co. está en el proceso de recortar 15% de su fuerza laboral y Lindt & Spruengli AG reportó el martes el crecimiento de ventas orgánicas más débil desde 2009 en medio de la baja demanda en América del Norte.
La división de Nestlé, que también incluye marcas como Oh Henry!, Laffy Taffy y Nerds, está sufriendo una disminución en los ingresos y tuvo ventas de alrededor de US$900 millones en 2016. Nestlé dijo en una declaración anunciando la venta que sigue estando "totalmente comprometida" con su negocio de chocolate a nivel global. Eso incluye a KitKat, que produce en todo el mundo excepto en EE.UU., donde Hershey Co. posee los derechos.
Nestlé dijo en junio 2017 que estaba considerando opciones para la unidad de confitería estadounidense, y aseguró que atrajo un interés significativo de postores en julio. En diciembre, la compañía señaló que esperaba vender el negocio en el primer trimestre de 2018.
Hershey, que fue nombrada como uno de los posibles postores, acordó el mes pasado pagar US$921 millones por Amplify Snack Brands Inc. en un esfuerzo por expandirse a las palomitas de maíz y las papas fritas.
Fuente: Agencia Bloomberg