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La pandemia y mi mundo del azúcar. Por Jenny Amaya

La pandemia y mi mundo del azúcar. Por Jenny Amaya

 

Compartimos con ustedes el valiente testimonio de la maestra Jenny Amaya Arbaiza, quien ha sabido poner manos a la obra para enfrentar la pandemia con esfuerzo y entusiasmo. Sin duda un testimonio que refleja lo que muchos profesionales están atravesando actualmente, donde la presencia de alumnos es por el momento inviable, pero no por ello hace que nuestros sueños de detengan, al contrario. Nos enfrenta con nosotros mismos y nos exhorta a ponernos metas aún más desafiantes, pero altamente reconfortantes.

 

 

La pandemia y mi mundo del azúcar

 

Por Jenny Amaya

 

A menudo me he preguntado ¿cuánto más puedo ser capaz de volver a empezar? La respuesta me la doy cada día: Soy capaz de empezar otra vez, cada que amanece.

 

El mundo de la Decoración del Azúcar se abrió para mi hace más de 20 años y desde entonces cada día ha sido y es una lucha constante por seguir aprendiendo y estar a la vanguardia de las últimas tendencias en el mundo del Arte del Azúcar.

 

Estamos viviendo una etapa que hace 6 meses no imaginábamos vivir ni por asomo. Muchos negocios que atendían al público han debido cerrar debido a la pandemia, muchos sobreviven y otros están haciendo dinero.

 

Tenía una Escuela Taller en una zona muy linda, muy bien acondicionada, con todas las comodidades para que cada alumna pueda desarrollar sus clases sin ningún tropiezo. Amplio, con mobiliario de primera, equipo de trabajo completo para cada alumna, estación de coffee break, servicios, cochera, etcétera. Legalmente instalada bajo todos los requisitos de seguridad y todo aquello que el gobierno municipal exige.

 

Me iba muy bien y acababa de ampliar un área del segundo piso el cual me costó buen dinero en ambientarlo. De pronto, exactamente un mes después vino la pandemia y por ende la cuarentena. Al principio ilusamente pensé “vamos a esperar a que pase un mes, y probablemente todo vuelva a la normalidad”.

 

Pasaron dos meses, conversé con los dueños del local y llegamos a un buen acuerdo.

 

Pasaron tres meses y me pregunté ¿cuánto más podré sobrevivir? ¡No podré!, me respondí. Es entonces cuando te pones a analizar una vez más con números y estos no fallan. No me era posible sostener más el local, me estaba descapitalizando. De las alumnas que tuve más de la mitad se retiraron y las otras apostaron por terminar sus cursos con el famoso sistema on line.

 

La decisión de cerrar un local tan hermoso como el que tenía definitivamente no fue fácil, pero debía aceptar el hecho de que el mundo estaba cambiando hacia una nueva forma de vida y debíamos adaptarnos a él.

 

Cerré el local, alquilé un almacén en donde guardé casi todo el mobiliario, y el resto me lo traje a casa. Busqué equipos de segunda mano con un presupuesto muy corto, me hice de elementos primordiales para una buena iluminación, audio y video. Ambienté un área en donde instalé un pequeño taller estudio y comencé mi nueva etapa, mi escuela virtual. ¡Volví a nacer!

 

Hoy en día he vendido más clases de las que pude vender de manera presencial y eso definitivamente me hace pensar que existe un mundo que siempre espera por ti.

 

Cuando pensamos que las puertas se cierran por algún suceso, es muy claro que “otras” puertas se van a abrir. Es simple, se trata de la ley de la acción y reacción. A cada cosa que suceda siempre habrá una forma de respuesta. Lo importante es saber mirar bien y no darse por vencido.

 

¿Sentí enojo y frustración? Claro que sí, porque somos seres humanos, pero el hecho es que no debemos dejar que esos sentimientos nos invadan.

 

El reponerse, el ser positivo, el pensar con la cabeza fría y el convencerse a sí mismo de que sí se puede, son formas que nos llevarán al éxito. Es sólo cuestión de decidirlo.

 

Hoy miro el mundo con otros ojos, mis productos siguen en marcha y tengo la certeza que se derrumba quien quiere derrumbarse. La vida está llena de pruebas, pero eres tú quien decide cómo afrontarlas. ¡YO SIGO ADELANTE!

 

 

De la autora: Jenny Amaya Arbaiza es administradora de profesión y artesana del azúcar por vocación desde hace 23 años.

 

Ha ganado premios nacionales a nivel empresarial en calidad y servicio,  así como también premios en competencia en Argentina y Alemania. Asimismo, ha recibido un reconocimiento especial de Wilton School Estados Unidos por su desempeño en la enseñanza de la metodología Wilton.

 

Es maestra certificada de Wilton, Máster Certificate PME y maestra certificada de ICES (International Cake Exploration Societé).  Ha sido demostradora y expositora en varias convenciones internacionales en Estados Unidos, Argentina, Alemania y ha participado en muchas otras como visitante profesional.

 

Actualmente es propietaria de la marca DEKOSWEET para productos propios y de su propia Escuela Taller, que goza de un gran prestigio por su amplio conocimiento y habilidad en el arte del azúcar.

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